NUEVA YORK, Estados Unidos.- Un testigo clave de la fiscalía en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán dijo al jurado que hubo “muchas muertes” cuando el acusado y sus asociados hicieron crecer al Cartel de Sinaloa en la década de 1990 gracias a un sangriento conflicto con traficantes rivales.
Jesús Zambada dijo al jurado que su hermano, Ismael “El Mayo” Zambada, y Guzmán usaron ejércitos de sicarios para matar enemigos. Zambada, quien se declaró culpable de cargos criminales en Estados Unidos, testificó por segundo día en el tribunal federal de Brooklyn en virtud de un acuerdo para cooperar con los fiscales.
Guzmán está acusado de dirigir envíos masivos de cocaína, heroína, metanfetamina y marihuana a Estados Unidos. Enfrenta cadena perpetua si es declarado culpable de los 17 cargos en su contra.
Jeffrey Lichtman, uno de los abogados de Guzmán, dijo en su declaración inicial que Zambada, quien sigue en libertad, era quien controlaba el cartel y que Guzmán fue un chivo expiatorio.
El día anterior, Zambada había contado la historia del surgimiento del Cartel de Sinaloa y dijo que Guzmán formó una alianza con varios narcotraficantes para enfrentarse a la poderosa familia de los Arellano Félix.
“Siempre hay muchas muertes”, dijo sobre las guerras del narcotráfico. Las víctimas incluyeron jefes narcos en un club nocturno en Puerto Vallarta, donde Zambada dijo que Guzmán intentó sin éxito asesinar a uno de los Arellano Félix, en 1992.
Zambada admitió que él participó en varios complots de asesinato, aunque dijo que nunca mató personalmente a nadie. También comentó que -mientras estaba a cargo de las operaciones del cártel en la Ciudad de México-, pagó alrededor de 300.000 dólares en sobornos cada mes. En una ocasión, relató, pagó un soborno de 100.000 dólares a un general por órdenes de Guzmán.
Guzmán era socio igualitario con Ismael Zambada dentro del cartel, dijo Jesús Zambada. (Reuters)